Sofía Castro Riglos, la única sobreviviente del triple crimen ocurrido en el barrio porteño de Barracas, finalmente no se presentó a declarar este martes ante el juez Edmundo Rabbione, quien subroga el Juzgado N°14. Volvieron a postergar su testimonio.
La sobreviviente es testigo en la causa en la que se acusa a Justo Barrientos, también inquilino de la pensión donde fallecieron las víctimas, de haber cometido el delito de “homicidio doblemente agravado por ensañamiento y alevosía” contra cada una de las tres mujeres. Además, pesa sobre él la acusación por “lesiones” contra Sofía.
La sobreviviente había sido dada de alta del Instituto del Quemado la primera semana de junio, un mes después del triple crimen en el hotel familiar ubicado en la calle Olavarría al 1600.
En diálogo con la agencia NA, Jesi Hernández, militante, activista LGBT+ y miembro de la comunicación de Lesbiaxs autoconvocadxs por la masacre de Pamela Cobbas, Roxana Figueroa y Andrea Amarante, afirmó que la abogada Gabriela Conder dejó de ser la representante de la víctima.
En este sentido, la referente del movimiento indicó que Luli Sánchez es la nueva defensora de Castro Riglos.
Esta es la segunda vez que se pospone la comparecencia de la sobreviviente, ya que el pasado 11 de junio debía prestar testimonio ante el magistrado y presentó un certificado médico: los profesionales de la salud que acompañan su recuperación estimaron que no estaba en condiciones de hacerlo.
El juez Rabbione sigue sin considerar el ataque a las cuatro mujeres como un crimen de odio, aseguró Hernández, que agregó: “Lo ve como un conflicto vecinal. Ni siquiera lo toma como femicidio”.
Al mismo tiempo, lo criticó al sostener que “no tiene perspectiva de género” para fijar la carátula de la causa en la que el acusado se negó a declarar.
El vecino, que hostigaba a las víctimas, fue procesado con prisión preventiva el pasado 5 de junio.
Por su parte, la activista confirmó que realizarán una nueva manifestación para pedir justicia por las tres chicas y la sobreviviente el próximo 6 de agosto, cuando se cumplan tres meses del triple crimen.
El caso
El ataque ocurrió la madrugada del 6 de mayo. Pamela, Roxana, Andrea y Sofía, la única sobreviviente de la masacre, estaban en la habitación N°14 del primer piso del hotel familiar de la calle Olavarría, entre Isabel la Católica y la avenida Montes de Oca.
Barrientos, otro inquilino de esa misma planta, arrojó un objeto incandescente hacia donde estaban las mujeres. Mató a tres.
Pamela fue la primera en perder la vida. Falleció al día siguiente del ataque en el Instituto del Quemado. Tenía 52 años y era oriunda de Mar del Plata. Se dedicaba a vender cosméticos y cobraba una pensión. Mamá de dos hijos, estaba en pareja con Roxana, quien venía del Bajo Flores y también recibía una pensión. Ella murió con el 90 por ciento de su cuerpo afectado dos días después de la agresión en el mismo hospital que su pareja.
Andrea, en tanto, fue internada en el hospital Penna con extensas quemaduras y agonizó por seis días. Murió el 12 de mayo pasado. Había sido trabajadora en el sistema médico y venía de un barrio periférico en Neuquén.
Durante la masacre, Amarante, con quien Castro Riglos pensaba casarse, se abalanzó sobre ella no bien el fuego ganó la habitación 14.